limites, deber, felicidad...

A lo largo de nuestra vida nos encontramos con límites, por nuestra edad, sexo, religión, creencia política, poder adquisitivo o alguna tonta excusa…

El amor no tiene límites, no importa nada entre dos seres cuando se aman, o a veces también cuando una de las partes ama…

Hacemos “sacrificios” los cuales en verdad no son “deber” sino ir en busca de nuestra felicidad, buscar hechos en los cuales demostrar a ese ser que verdaderamente lo amamos, que estaremos allí siempre y no solo en las buenas…

“A buen entendedor pocas palabras bastan” siendo así innecesario explicar que lo expresado no quiere decir que por el hecho de una persona fallar en una de esas circunstancias inmediatamente se entiende que no ama! Pero…

¿Qué mejor momento tenemos para expresar amor por medio de la acción?, dejando las palabras que muchas veces pueden ser solo filosofía “yo te amo”…

Estar con esa persona que para nosotros es única y especial es demostrar que estamos ahí apoyando aunque sea simplemente con nuestra compañía…

Es recalcar nuestros sentimientos y mirando desde el otro lado, es no fallar…

Es no romper las ilusiones de un ser que nos espera, aunque nos lo niegue…

Es escuchar su enojo pero luego su sonrisa…

Es sentir lo reconfortante que puede ser cuando nos recostamos a alguien sobre nosotros y encuentra una sensación de paz…

No es moral, no es pensar que debemos hacerlo porque el día de mañana nosotros también necesitaremos a alguien, es sentimiento…

Porque en el fondo lo que importa es el sentimiento con que lo hacemos…

Y el valor de ese sentimiento se construye con actos…

Ninguna ley moral general puede indicar lo que hay que hacer, nosotros mismos elegimos nuestro ser…